Solo era un mero trámite, pero hubo que cumplirlo. Cristina Ledesma, al frente de la lista Negra y Blanca, renovó mandato al frente del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) en Mar del Plata, tras la elección que la tuvo a la dirigente como única contendiente en unos comicios que se desarrollaron con absoluta normalidad, según lo manifestaron autoridades de la Junta Electoral y el propio Ministerio de Trabajo que fiscalizó el proceso.
Ledesma obtuvo 1.699 votos de los 1.772 sufragios que se emitieron a lo largo del día de ayer con urnas que se dispusieron en 48 frigoríficos y un par en la sede sindical de la calle 12 de Octubre, sobre un padrón de 2.524 afiliados, incluidos los 117 jubilados habilitados para votar.
“Hubo 65 votos en blanco, 6 anulados y 2 impugnados”, precisó José Amoruso, presidente de la Junta Electoral ante la consulta de este medio, antes de las 18. El conteo de los votos había terminado hacía un rato y ya estaban comenzando a guardar las urnas por los próximos cuatro años.
Ledesma llegó al gremio en 2010 con una clara consigna: luchar por la registración laboral. Inicia su cuarto mandato con un padrón cada vez más acotado y sin grandes logros que mostrar en ese sentido.
El empleo que se genera en la industria no es efectivo bajo convenio colectivo. Uno de los últimos ejemplos que lo testifican es la inauguración del frigorífico de Mar de Messina en el Parque Industrial, donde se incorporaron más de 70 trabajadores bajo una cooperativa.
Luego de la alegría moderada por la victoria, en el gremio tienen una premisa impostergable. Comenzar a discutir el segundo tramo de la paritaria con las empresas adheridas a CaIPA y volver a la rutina semanal de llenar bolsas con alimentos no perecederos para distribuir entre trabajadores que no llegan a fin de mes.