Como nunca antes, existe casi unanimidad de criterio respecto de una necesaria modificación de la limitación de 72 horas de alejamiento de puerto que se aplica sobre la flota fresquera. Con la dispersión del recurso y las malas condiciones climáticas se consume el tiempo buscando una marca y las plantas quedan sin materia prima viéndose obligadas a reducir personal.
La cámara que nuclea a la flota fresquera tangonera de Mar del Plata hace semanas envió una nota por vía de mail al Consejo Federal Pesquero explicando la situación, solicitando que se revea la medida y se realice, de considerarlo necesario, una prueba de calidad del langostino que llega a puerto. Pero los consejeros estaban muy ocupados preparándose para un nuevo viaje al exterior y decidieron que el tema no merecía siquiera quedar registrado en actas.
“La adversidad climática de esta zafra ha disminuido drásticamente los volúmenes de captura por buque; además hemos atravesado por aperturas y cierres de zonas que también disminuyeron las capturas por buques y mantuvieron la incertidumbre de la flota”, señalaron desde la cámara. A ello se deben sumar las repetidas alertas meteorológicas que los obligaron a volver a puerto, como ocurrió sin ir más lejos en el día de ayer.
El sábado los barcos que estaban en el muelle de Puerto Madryn descargaban lo que habían conseguido capturar, en la mayor parte de los casos menos de media bodega y dando una nueva y probablemente última oportunidad al langostino, el domingo se dirigieron hacia la zona de pesca. En el transcurso del lunes varias subáreas fueron cerradas por presencia de merluza y entre la noche de ese mismo lunes y la mañana del martes, todos debieron volver a puerto o resguardarse al sur de Península Valdés ante una nueva alerta de fuertes vientos.
Esa es la realidad de esta atípica temporada 2023 y por ello los fresqueros solicitaron concretamente al Consejo que se modifique de forma excepcional el artículo 7 de la Resolución 7/2018 relativo a la operativa de los buques.
“Solicitamos que los buques fresqueros cuenten con 72 horas efectivas de tareas de pesca, desde el primer lance al último; resultando los traslados desde puerto hacia zona de pesca, y desde zona de pesca a puerto complementarios de la marea (una vez que el buque terminó las labores de pesca)”, pidieron desde ALFA.
La limitación de 72 horas no persigue ningún objetivo biológico, según lo confirmó el Grupo de Evaluación del INIDEP cuando le consultamos durante la última entrevista realizada. El fin con el que se impuso fue garantizar la calidad, por lo que desde la cámara solicitaron que se realice una prueba piloto para asegurar que se alcanzan los parámetros esperados.
“De esta forma, con una prueba piloto durante el restante tiempo de la temporada 2023 se podrán analizar si la variabilidad de esta medida aporta beneficios para el desarrollo de la pesquería, manteniendo calidad y frescura de los productos obtenidos. Es por lo expuesto anteriormente, que creemos conveniente para el manejo de esta pesquería se autorice durante la restante temporada de pesca de Langostino 2023 lo solicitado, a fin de analizar con criterio los resultantes, biológicos y físicos de las capturas obtenidas con mareas efectivas de pesca de 72 horas”, señala la misiva a la que se tuvo acceso.
La solicitud de la cámara no está divorciada de lo que se vive en las plantas procesadoras de Chubut: en todas durante esta temporada se debió operar con la mitad del personal que lo hace habitualmente y ante la falta de materia prima muchas ya piensan en dar por terminada la temporada de invierno. “Dependemos de si llega langostino fresco que sigamos operando, si los barcos se vuelven a Mar del Plata como ya han anunciado muchos no tendremos materia prima que procesar”, señaló el responsable de producción de EPSA en coincidencia con otros industriales.
Pero en el Consejo Federal Pesquero, conformado por representantes provinciales, del Ejecutivo y presidido por el Subsecretario de Pesca, parecen no estar enterados de lo que sucede en el sector que representan. La continuidad laboral de miles de personas podría depender de una modificación transitoria y necesaria en una temporada completamente atípica, pero no se han molestado siquiera en debatirlo.
La respuesta formal que recibieron en la Cámara fue que el tema no se podía tratar porque ahora todas las notas debían ser remitidas en papel; la respuesta informal fue que Chubut y Santa Cruz no estaban de acuerdo así que decidieron dejarlo para tratar en otro momento, por lo que ni siquiera se registró en actas el ingreso de la nota.
Es que los Consejeros evidentemente están para otra cosa que no tiene nada que ver con la administración de los recursos y su mayor aprovechamiento. Los urgía preparar las maletas para viajar a la feria de pesca Singapur, China, aprovechando los últimos pasajes antes de que un recambio de autoridades los deje sin recorrer el mundo con viáticos pagados por todos nosotros. Los obreros, aquellos que muy posiblemente se queden sin trabajo antes de que termine la temporada, no merecen su atención.