La Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera comunicó este lunes a la Prefectura Naval Argentina que a partir de un informe del Instituto Nacional De Investigación Y Desarrollo Pesquero se disponía la operatoria comercial para la pesca de langostino en las Subáreas 13 y 14.
Ocho buques congeladores realizaron desde el viernes pasado un monitoreo sobre la Sub-área N° 13: delimitada entre los paralelos 45° y 46° S y los meridianos 63° y 64° O; y Sub-área N° 14: delimitada entre los paralelos 45° y 46° S y los meridianos 62° y 63° O, y los datos reportados por los observadores a bordo permitió que se vuelva a pescar en ese sector dentro del Área de Veda Permanente de Juveniles de Merluza ubicado a la altura del norte del golfo San Jorge.
Por otra parte, cabe recordar que mañana miércoles 13 de septiembre desde las 07:00 horas se podrá volver a ingresar a pescar a la Subárea 8, la que había sido suspendida por el lapso de siete días, luego de haberse reportado una relación de captura de Merluza/Langostino superior a la permitida por las medidas de administración vigentes del orden del de 0,25.
La situación al día de la fecha es de ocho Subáreas en condiciones de operar para la flota langostinera: 4, 5, 7, 9, 13, 14, 15 y 16. Y se encuentran cerradas a la pesquería las Subáreas 6, 10, 11 y 12.
Hay áreas habilitadas desde el paralelo 42° al 47° lo que hace que la flota esté dispersa y en permanente búsqueda del recurso, y según confían los capitanes se hace dificultoso encontrar marcas que permitan hacer lances sostenidos durante varios días.
Comparativamente con temporadas anteriores, refieren que el recurso sigue esquivo, cuesta más encontrarlo, y cuando la flota se pone arriba los rindes se reducen en corto lapso. Otro imponderable ha sido la cuestión climática que desde el inicio ha hecho que se pierdan días efectivos de pesca y termina impactando en los volúmenes de desembarques los cuales son menores tanto para congeladores como para la flota fresquera.
La cadena productiva también repercute en tierra, ya que las plantas de procesamiento han visto reducido el abastecimiento de materia prima, y esto se traduce en menos turnos, menos personal de temporada convocado y al punto que algunas plantas chicas ya comunicarán a su personal que dan por terminada esta zafra de aguas nacionales ante la dificultad de contar con langostino.