01/09/2023
Langostino: todos siguen al que encuentra una marca

La destreza de los capitanes resulta clave en esta temporada en la que la dispersión del langostino se vio agravada por las malas condiciones climáticas. Quien encuentra una concentración es seguido por el resto de los buques. Hasta ayer todos estaban amontonados en la subárea 6 a pesar de que otras siete están abiertas.

Revista Puerto - Chubut - Puerto Madryn - Langostino - Descarga en el muelle Storni - foto 02
Por Karina Fernández Fotos de archivo

Desde que se dio apertura a la Subárea 6 la semana pasada, la flota no se ha movido de ahí. Casi la totalidad de los 93 buques tangoneros que figuran activos se encuentran concentrados en esta subárea donde se halló una concentración de langostino. En esta temporada, cuando un barco halla el cardumen, todos los barcos van hacia allá y se mantienen sobre el recurso hasta que se agota; recién entonces van en busca de otras zonas. Ayer, ante los bajos rendimientos, se especulaba con ir hacia el sector norte de la veda.

Hasta el martes las capturas en la Subárea 6 eran buenas, las tallas grandes y la proporción de merluza en las capturas por debajo del límite establecido. Sin embargo, durante la prospección no se consideró que la abundancia fuera muy alta y luego de que los barcos se pararan sobre el cardumen durante varios días, los rendimientos cayeron.

Por el momento están habilitadas a la pesca, además de la Subárea 6, las subáreas 4, 5, 8, 9, 12, 15 y 16 a las que la flota podría dirigirse para buscar nuevas concentraciones de langostino, pero en la última semana no lo ha hecho. Recién en la tarde de ayer algunos capitanes habían decidido ir a descargar en Puerto Madryn y salir a la búsqueda en el sector norte de la veda.

La explicación sobre la forma en la que está operando la flota algunos la encuentran en la pericia de los capitanes: “Este año es año de capitanes buenos, en épocas de abundancia pescaba cualquiera, ahora hay que saber buscar. Ahora están los cabezas de lanza y el resto que los sigue, por eso terminan todos apretados en un solo lugar. Es una dinámica que en el futuro se va seguir dando, va a pescar el que tiene oficio y el resto acompañará. Ahora todos se sorprenden porque lo tienen que buscar, pero antes eso era lo normal”, señala un operador histórico de la pesquería.

La temporada se ha presentado atípica desde varios aspectos. El clima ha jugado un papel preponderante, dejando durante largos y repetidos períodos a la flota amarrada en muelle o a la capa resguardándose de los fuertes vientos. Esto ha generado, además, que el langostino se dispersara aún más y fuera muy difícil encontrarlo.

En las últimas temporadas ya se ha observado una menor cantidad de grandes concentraciones de langostino; una de las explicaciones posibles que encuentran los especialistas es que se trata de una reacción del recurso ante el aumento de la presión pesquera. Pero en esta temporada se complicó mucho más por las malas condiciones climáticas.

Por otra parte, con la dispersión del langostino, la merluza comienza a mezclarse y eso lleva a que los niveles de bycatch aumenten, derivando en cierres de subáreas para evitar la pesca incidental de la merluza hubbsi. No debe olvidarse que la temporada en aguas nacionales se lleva a cabo dentro de la veda para la protección de juveniles de ese recurso.

Este escenario se ha prestado a la especulación sobre un posible cierre anticipado de la temporada, pero el INIDEP hasta el momento no ha dicho nada al respecto. Varias subáreas están abiertas y todavía podría localizarse langostino de buen tamaño y con bajo bycatch.

Lo que no escapa a la realidad es que el proceso de reproducción de la merluza habitualmente comienza cada año entre fines de septiembre y principios de octubre. Para esa fecha el INIDEP recomienda el cierre del área de veda, pero hasta entonces cabe la posibilidad de que si las prospecciones siguen dando niveles aceptables de bycatch la temporada se pueda extender. Todo dependerá de si quieren seguir buscándolo y si la merluza lo permite.

Otro dato que había generado algún interrogante es el elevado porcentaje de ejemplares chicos de langostino encontrado en la última prospección en las subáreas 10 y 11. Sin embargo, no hay nada extraño, esta es una zona donde habitualmente la conformación de las capturas está compuesta por un importante número de ejemplares L4 y menores. De hecho, en temporadas pasadas han quedado cerradas.

Pero más allá de las complicaciones que está teniendo esta zafra, las capturas totales no lo reflejan. Hasta el 29 de agosto se llevaban descargadas 138.527 toneladas; la cifra es menor a la reportada en igual período de temporadas anteriores, pero la diferencia no es alarmante. Se ha pescado un 13% menos que en 2021 y un 5% menos que en 2022. La diferencia más significativa se da cuando se analiza el acceso al recurso por tipo de flota.

Sin embargo, si se toma solo lo capturado en la temporada de aguas nacionales dentro de la Veda de Merluza, las diferencias interanuales son más importantes. En 2021, tomando el mismo período de inicio de temporada en el mes de junio, se descargaron 107 mil toneladas; en 2022 las capturas cayeron a 80 mil toneladas y en 2023, al 22 de agosto se llevan descargadas 74 mil toneladas. La diferencia con el año pasado no es significativa, pero sí lo es si se la compara con dos temporadas atrás.

Las flotas congeladora y fresquera de altura son las que han sufrido el más fuerte impacto. Los primeros han capturado un 18% menos que el año pasado y los segundos un 33% menos. En cambio, los costeros aumentaron su participación entre un año y otro 47% y los de rada o ría un 67%. En este último caso, la temporada extraordinaria de Rawson es la que explica esta alza descomunal.

Qué está pasando con el langostino desde el punto de vista biológico, si existe solo una dispersión o si hay una disminución de la abundancia, es algo que seguramente intentarán explicar los investigadores a partir de los resultados que arroje la evaluación de noviembre. Las últimas campañas se hicieron fuera de fecha aumentando el margen de error en la evaluación y la última campaña directamente no se pudo llevar a cabo; es por ello que la realización en tiempo y forma del próximo crucero resulta imprescindible, para tener un panorama más certero de lo que puede deparar la próxima temporada.