Los desembarques de la especie Pleoticus muelleri muestra que esta temporada ha sido más flota que las anteriores. En los muelles de Puerto Madryn entre el 1 enero y el 31 de agosto de 2022 se habían descargado 65.839 toneladas de langostino, mientras que en idéntico periodo de 2023 se contabilizan 46.537 toneladas, esto representa un impacto negativo del 29,3 por ciento.
Ese casi treinta por ciento menos repercute en toda la cadena productiva, menos actividad de la estiba, menos materia prima para procesar en las plantas, lo cual se evidencia en que la mayoría de las pesqueras ocupó esta temporada menos personal de temporada y convocó un menor porcentaje de trabajadores eventuales.
El ritmo de trabajo se ha visto reducido, comparativamente con anteriores zafras, al punto que algunas empresas para mantener los turnos reprocesaron pescado congelado que les quedaba, y otras directamente redujeron turnos.
Aquellas procesadoras sin barcos propios que dependen del aprovisionamiento que hagan los fresqueros de altura, tuvieron meses muy irregulares, porque no pudieron hacerse de pescado para trabajar a ritmo sostenido. Esta vez convocaron menos personal de temporada, fueron acortando turnos y varias plantas chicas ya cortaron la temporada de nación y se toman un impase hasta noviembre cuando debiera comenzar a pescarse en aguas de Chubut, aunque el atípico comportamiento que ha tenido el recurso abre interrogantes de lo que pueda suceder en la zafra provincial.
Al analizarse la información de desembarques en Puerto Madryn, por especies, de enero a agosto de 2022 se bajaron 37.325 toneladas de Illex calamar, mientras que este año, en mismo periodo se computaron 33.127 toneladas, lo que representa un 11,2% menos.
El informe precisa respecto a merluza hubbsi, que en los primeros ocho meses del año anterior se descargaron 10.444 toneladas, y este año llega a 12.319 toneladas, obteniendo una mejora del 18,0%; esto es básicamente de congeladores que se procesa a bordo. Madryn hace rato que dejó de procesar merluza en tierra, salvo alguna planta muy puntualmente.
La estadística fría revela que en estos primeros ochos meses de 2023 se verifica una caída del 19,1 por ciento de los desembarques pesqueros globales en el principal puerto pesquero de la Patagonia. Y esto se traduce en menor actividad fabril en las plantas. El bache entre temporadas puede llegar a ser más largo que años anteriores con todo lo que ello implica.