La Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), volvió a alertar sobre la delicada situación general que atraviesa la actividad, donde hay una pronunciada caída de las ventas al exterior, sumado a las condiciones macro de la economía argentina, no podrán asumir nuevos costos desmedidos. Señalan que, si el incremento salarial pautado con la estiba se traslada al precio final del cajón de langostino, las plantas no estarán en condiciones de iniciar la temporada.
La CAPIP emitió un comunicado este jueves en el que “actuando en representación del interés colectivo de sus asociados, viene a fijar la postura institucional en torno a las derivaciones y consecuencias de los incrementos pretendidos en el servicio de estibaje en puerto, que dan cuenta de aumentos interanuales que superan el 160 por ciento, con posibilidad de corrección en lo que queda del año, tornando inalcanzable dicho servicio por su excesiva onerosidad sobreviniente”, planteó la entidad empresarial.
Advertencia
En este sentido, “se hace saber que las empresas asociadas no reconocerán, ni aceptarán, ni convalidarán que se traslade a tarifa semejante incremento, por cuanto el mismo no encuentra justificativo viable desde la óptica operativa, funcional o económica”, manifestaron luego que el SUPA firmara una paritaria del 168% con empresas de Comodoro Rivadavia, Camarones, Rawson y Puerto Madryn.
Ante este escenario, la CAPIP sostiene que “cualquier aumento que se haya acordado entre la Cámara de Empresas de Estibaje, o de manera plurindividual las Empresas, y, la Entidad Sindical propia, deberá ser absorbido en su casi integridad por las mismas, siendo que la actividad pesquera fabril, vinculada al langostino no admite ni resiste ningún otro incremento de costo directo y/o indirecto”, mencionaron al hacer la salvedad que en estas condiciones ven peligrar el inicio de la zafra de langostino en las plantas de procesamiento.
Industria en ‘emergencia’
Por otra parte, expresaron que desde hace tiempo se ha venido planteando públicamente la fragilidad que afronta el sector, a partir de variables externas, como la significativa caída de la demanda de los mercados internacionales, por la pronunciada retracción del consumo de pescados y mariscos; a lo que se suma un tipo de cambio retrasado para las exportaciones y una sostenida suba de los costos internos asociados a la espiral inflacionaria.
“La Cámara alertó a propios y ajenos de la situación de crisis por la que atraviesa el sector, e incluso hizo extensiva la demanda al sector gubernamental, a quien requirió la declaración de emergencia pesquera, considerando la baja de precios, la caída de la demanda, el atraso cambiario, el aumento en dólares de insumos y otros costos operativos, entre otros”, precisaron al reiterar la queja por la falta de respuesta desde los gobiernos provinciales.
Piden actuar con racionalidad
El agrupamiento empresario planteó que, en estas circunstancias, “todos los actores involucrados han hecho oídos sordos a los requerimientos fundados de este Organismo, y la situación actual, pone en riesgo real el inicio y mantenimiento de la presente temporada de pesca”, enfatizaron al dimensionar la magnitud de la problemática.
“Una vez más, bregamos por el trabajo mancomunado, racional y consiente de todos los que tenemos responsabilidad en la actividad, para que los costos de captura, procesamiento, logística, y todo cuanto tenga incidencia en la cadena productiva, se adecuen a las reales y actuales posibilidades del producto y la industria”, concluyeron.