13/11/2023
Lo que dejó Pampa Azul en Mar del Plata

Se dio una pormenorizada explicación del campo de investigación que abarca la iniciativa, los motivos por los que se seleccionaron las áreas geográficas prioritarias en las que se enfocan los proyectos de estudio y se pudo conocer una gran cantidad de investigaciones que abarcan desde lo ambiental a lo productivo, como así también temas relacionados con la geopolítica y educación.

Revista Puerto - Mar del Plata - Congreso de la Iniciativa Pampa Azul - img 02
Por Karina Fernández Fotos Diego Izquierdo

Pampa Azul reúne a investigadores de las ciencias del mar relacionados con la biología, la física, las matemáticas, la oceanografía, fisiología y todas las áreas conexas incluidas las sociales; eso da por resultado un estudio abarcativo de las problemáticas marinas. Durante el Congreso pudo escucharse a prestigiosos científicos que no solo presentaron sus trabajos, sino que además plantearon los desafíos que encuentran para profundizar la investigación. También se dieron charlas sobre geopolítica, sobre la complejidad intrínseca del Atlántico Sur y se coló, tomando un protagonismo quizás inesperado, la educación.

La presentación de las Áreas Geográficas Prioritarias permitió conocer las características de sitios clave del litoral marítimo argentino; se describió la importancia biológica, ambiental, económica y social por la que fueron elegidos, como así también los avances que se han tenido en el conocimiento de estas áreas y se tomó conocimiento de que en algunas de ellas la posibilidad de avanzar en su estudio se ve coartada por la baja disponibilidad de datos, ya sea por una falta de democratización de los mismos como por la bajísima frecuencia en la realización de cruceros.

Durante estos días también se puso en conocimiento a la comunidad científica (el público estuvo conformado mayoritariamente por investigadores y estudiantes) de las cuestiones legales y la complejidad frente a temas como las Islas Malvinas; Georgias del Sur y Sandwich del Sur; el Canal de Beagle como paso bioceánico; la disputa por el acceso a los bienes naturales de origen biológico, hidrocarburífero, genético, etcétera; como así también la conflictividad desatada en relación a la pesca no declarada y no reglamentada en la región conocida como la “Milla 201”, temas que fueron abordados por juristas pertenecientes a instituciones académicas y miembros de las fuerzas de seguridad, que son quienes han mostrado un profundo conocimiento en el tema.

Se presentaron 12 de los 32 proyectos de investigación aprobados por Pampa Azul, que abordan desde el bycatch hasta la producción de bienes de consumo a partir de residuos de la pesca; o investigaciones de base relacionadas con espacios que tienen una importancia biológica estratégica sobre los que se conoce muy poco, como lecturas geológicas de la zona del Talud.

Un tema que terminó siendo clave fue el relacionado con la educación, tanto en la formación académica como en la vinculación con la sociedad a través de las escuelas primarias y secundarias. En primer lugar, se señaló la baja o nula inclusión de temas relacionados al mar por fuera de las ciencias marinas, lo que impide generar cabezas pensantes para los desafíos que presenta este espacio en materia económica o jurídica en foros de discusión internacional. O el bajo nivel de docentes universitarios con dedicación exclusiva en carreras relacionadas con ciencias del mar, que solo llega al 20 por ciento; y la casi nula posibilidad de realizar doctorados de, por ejemplo, oceanografía, en las universidades del país.

Por otra parte, se presentó el programa Escuelas Azules que tiene un carácter federal que busca generar conciencia ambiental y acercar a los alumnos de escuelas primarias al mar sin importar en que rincón del país vivan, como una búsqueda hacia el entendimiento de la Argentina como un país marítimo. En este caso, además de poner en valor el trabajo de las docentes, se reconoció en el ámbito académico la falta de vinculación, destacando que la ausencia del Ministerio de Educación en la iniciativa Pampa Azul se presenta como un claro indicio de ello.

También hubo espacio para los políticos que hicieron gala de su divorcio con la realidad del mar argentino, más allá de los discursos. El ministro de Ciencia y Tecnica, Daniel Filmus, bregando por la Ley de AMP Agujero Azul cuando han sido los propios investigadores quienes han sugerido que antes sería importante conocer el ambiente para saber qué proteger. También estuvo presente el secretario de Malvinas, Guillermo Carmona, que anunció sus intenciones de locación de poteros a casco desnudo para ser incorporados a la bandera nacional generando un rechazo total de la industria pesquera.

El Congreso tuvo un espacio para conclusiones, pero no hubo tales. El discurso de clausura, al igual que el inaugural, estuvo cargado de una excesiva sensibilidad y críticas a la gestión de Mauricio Macri, espacio temporal en el que la iniciativa Pampa Azul no contó con apoyo. El temor de que algo semejante vuelva a suceder, en cierta forma sobrevolaba el ambiente; y realmente sería una gran pérdida para el país que sucediera. El Congreso fue una excelente oportunidad para escuchar, aprender y debatir sobre todos los grandes desafíos que presenta una correcta administración de nuestros recursos marítimos, para lo cual el conocimiento es la pieza clave. Algo que en defensa de nuestros derechos frente al mundo deberá tener claro sea quien sea el que llegue a conducir la Argentina.

Áreas Geográficas Prioritarias

Los líderes de los grupos de trabajo de las Áreas Geográficas Prioritarias realizaron una presentación sobre la caracterización de cada una de las cinco áreas seleccionadas por Pampa Azul para realizar estudios. Si bien no son las únicas de importancia ni las únicas sobre las que se realiza investigación, han sido elegidas para generar un cúmulo de información por su interés económico, ecológico, social y geopolítico.

Área del Sistema Fluvio-Marino Rio de la Plata: es una de las áreas de mayor complejidad que se extiende desde San Isidro hasta Las Brusquitas, con una dimensión de aproximadamente 117.000 kilómetros cuadrados con 14 millones de habitantes hasta Gral. Pueyrredon. Tiene un impacto antropogénico muy importante que está atravesado por todos los sectores de gobierno; varios ecosistemas diferentes y múltiples y diversas problemáticas, que dependiendo de la zona se asociarán con la toma de agua, dragado, erosión costera y pesca. Todas estas variables forman parte de un proceso de estudio que se han dividido en dos universos: la dimensión social y económica y la dimensión científico tecnológica.

Área Agujero Azul: esta área prioritaria en realidad abarca la zona del Frente del Talud, responsable de las características de gran productividad del Mar Argentino, diversidad de especies que se reproducen y alimentan allí y es además una zona de captación de dióxido de carbono con efecto en el cambio climático. Pero por su lejanía y extensión se eligió un área más pequeña, la denominada Agujero Azul.

El objetivo propuesto es comprender los mecanismos que controlan las condiciones ambientales y su impacto; conocer diversidad biológica y evaluar el impacto de actividades antrópicas en el ecosistema marino y sus servicios. Se llevan realizadas dos campañas y ya tienen un libro publicada con la recopilación exhaustiva de información histórica.

Área Golfo San Jorge y Frente Patagónico: Se trata de una zona de alta productividad y biodiversidad, con diversidad de usos y beneficios para la sociedad, en la que se reproducen y crían la merluza, el langostino y la anchoíta que es una especie base de la cadena trófica. Además, se trata de un área que recibe gran impacto tanto por la pesca como por el transporte marítimo relacionado con la actividad petrolera.

Algunos de los objetivos planteados fueron profundizar los conocimientos sobre la concentración de nutrientes y retención de larvas de especies de importancia pesquera; la disponibilidad de alimentos; entender los procesos de energías y analizar la relación entre mamíferos y aves. Se ha logrado hasta el momento presentar tres libros, mejorar las actividades de muestreos, establecer una sede de estudio permanente en las cercanías de Comodoro Rivadavia y se realizaron dos campañas oceanográficas, aunque ahora hay problemas para poder realizar una tercera.

Área Austral: está conformada por las áreas marinas protegidas (AMP) Banco de Burdwood y Yaganes y el Canal de Beagle. El trabajo en esta área comenzó a partir de la creación de la AMP Namuncurá, contigua al Banco de Burdwood; y es una de las áreas con mayor cantidad de campañas realizadas (18 cruceros) que han generado un importante aporte al conocimiento científico. En el Banco de Burdwood hay una comunidad llamada bosque animal, que forma una estructura tridimensional que donde encuentran refugio los animales del fondo, con una alta biodiversidad. Antes de las campañas se tenía conocimiento de 300 especies, pero ahora se sabe que hay 800 y se han incorporado 60 nuevas especies para la ciencia.

Una característica fundamental de esta área es que funciona como reservorio de carbono, función de gran importancia para el cambio climático, sobre la que se están realizando estudios, habiéndose generado hasta la fecha 80 documentos en los que participaron 25 instituciones.

Área Isla Subantárticas: Están al norte del tratado antártico y son objeto de estudio aquellas que se encuentran dentro de nuestras aguas territoriales: Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Para poder acceder a las Georgias hay que hacerlo dentro del marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar)

A diferencia de lo que ocurre con otras áreas las campañas son escasas; se realizaron tres en los años setenta en las que se descubrió que no quedaban peces, no quedaba nada, siendo el dato que dio origen a la Convención en el año 80. Luego se hicieron otros seis cruceros, pero entre el anteúltimo y el último pasaron diez años: desde 2013 se debió esperar hasta marzo de 2023.

Ante la necesidad de aumentar el conocimiento sobre esta área de la que se sabe muy poco a pesar de su impacto ambiental y de albergar especies como la merluza negra, desde el grupo de trabajo señalaron que se debe entender que en los ámbitos internacionales lo que vale a la hora de discutir es la información científica y pidieron que no haya que esperar otros diez años para realizar una campaña.